Però hi ha una altra cara, la que cada día tots veiem i en certa manera no mirem perquè ens incomoda. Aquelles persones que remouen els containers intentant trobar peces metàl·liques, components elèctrics o electrònics per vendre o el paper i el cartró, que traginen carrets de la compra contenidor darrera contenidor... i en el cas del costat de l'oficina, fins a 8 vegades per dia són inspeccionats per gent que amb ganxos remouen.
És l'altra realitat de la ciutat de Barcelona.
La Navidad es, para muchos de nosotros, momento de reencuentro familiar, de comida copiosa, de excesos, regalos y diversión. Los encuentros de buena voluntad entre los jefes con los colaboradores, regalos de proveedores y sobretodo buenos deseos.
Pero hay otra cara, la que cada día todos vemos y en cierto modo no miramos porque nos incomoda. Aquellas personas que remueven los containers intentando encontrar piezas metálicas, componentes eléctricos o electrónicos para vender o el papel y el cartón, que trajinan carritos de la compra contenedor última contenedor ... y en el caso del lado de la oficina, hasta 8 veces por día son inspeccionados por gente que con ganchos remueven.
Es la otra realidad de la ciudad de Barcelona.
Christmas is for many of us, time of family meeting, abundant food, excess, gifts and entertainment. The meetings between the managers of good will with collaborators, suppliers gifts and good wishes.
But there is another reality, that we all see every day and in some ways because we don't look because we feel uncomfortable. Those that remove the containers trying to find metal parts, electrical or electronic or sell the paper and cardboard, toting shopping carts behind container container ... and in the case next to the office, up to 8 times per day are inspected for people with hooks removed.
It's another reality of the city.
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